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Esto es lo que se sabe acerca de la ley sobre la IA de la Unión Europea

Así será la primera ley mundial que regula la inteligencia artificial, con el punto de mira en la vigilancia biométrica y la IA generativa.

No es oro todo lo que reluce
¿Qué incluye la ley europea sobre IA?

Era el elefante en la habitación al que todo el mundo miraba de reojo pero nadie se atrevía a hablar de él. Se nos ha contado constantemente de la increíble cantidad de cosas que puede hacer la inteligencia artificial. Nosotros en Ysi sin ir más lejos explotamos sus increíbles virtudes para ofrecer una recomendación excelsa. (Vente y te lo mostramos, vas a flipar)

Pero también se está avanzando horrores en varios sectores: diagnósticos médicos más precisos que nunca, estudios de mercado increíbles, una precisión nunca vista en la predicción meteorológica y una ayuda increíble para la raza humana en esto de sobrevivir.

No es oro todo lo que reluce

Pero evidentemente, la preocupación sobre una nueva tecnología que abre tantísimas posibilidades radica en que, como todo invento que se precie, conlleva una serie de riesgos evidentes de los que solo vemos por el momento la punta del iceberg. 

Imágenes retocadas con un grado de realismo brutal que confunden a cualquiera. Suplantaciones de identidad realizando vídeos indecorosos poniendo sobre cuerpos random las caras de las actrices de Hollywood. Canciones generadas por una inteligencia artificial que son candidatas a ganar Grammys. Avances incuantificables en el mundo de la física, las matemáticas y cualquier ciencia, en definitiva. 


IA al alcance de todos, como herramienta indispensable para los buscadores, pero que también puede sabotear las notas de cualquier estudiante al hacer cualquier tipo de trabajo sin esfuerzo. Muchos puestos de trabajo que penden de un hilo y muchas casuísticas más que ya son una realidad. 

Y todo sin entrar en la cuestión estrictamente ética del asunto, que da para varias charlas animadas en estas navidades con tu cuñado pero que también pone en jaque a las autoridades del planeta. Ah, y sin contar que sí, que existen posibilidades reales de que la IA se haga con el poder y acabe sometiendo a la humanidad. Un poco como Skynet en Terminator pero sin tanto robot de titanio líquido. 

Es por eso que tocaba ponerle puertas al campo, coger al toro por los cuernos y abordar una legislación al respecto que sea extremadamente cuidadosa y a la vez permita la expansión de esta tecnología sin igual. Y Europa ha sido pionera en lanzarse a la piscina. 

¿Qué incluye la ley europea sobre IA?

Desde el 8 de diciembre existe un acuerdo vigente tras muchas negociaciones entre los países miembros. Y se trata de un marco regulatorio que afectará a particulares, por supuesto, pero fundamentalmente a las grandes empresas tecnológicas que todos tenemos en mente. META, Google, Microsoft y, claro está, Open AI, los creadores del archiconocido CHAT-GPT. 

Todavía no se conoce el texto íntegro, pero queda claro que esta ley pretende salvaguardar dos aspectos esenciales para el individuo, como son la privacidad y la seguridad. Por el momento, comunicado de prensa mediante, se ha informado de las nuevas prohibiciones y excepciones, incluyendo las reglas que deberán ser cumplidas por los sistemas de alto riesgo y los que generan audio, texto o imágenes a partir de otros datos (lo que se conoce como IA generativa). 

Uno de los pilares fundamentales de la normativa tiene que ver con los riesgos a los que estamos expuestos con el uso fraudulento de la inteligencia artificial. La UE ha distinguido diferentes grados de riesgo: 


  • Riesgo Mínimo. Aplicaciones como sistemas de recomendación y filtros de spam; que serán sometidos a restricciones más bien escasas. 

  • Alto Riesgo. Sistemas de IA en campos como la medicina o la justicia. Éstas deberán cumplir con estrictos requisitos de seguridad y de privacidad.

  • Riesgo Inaceptable. Los sistemas de IA que manipulen el comportamiento humano o realicen puntuaciones sociales serán estrictamente prohibidos en territorio europeo.

  • Riesgo sobre transparencia. Todo lo generado por una IA, ya sea un vídeo, un texto o una canción deberá marcarse como creado por una inteligencia artificial. Una marca de agua o un sello digital que sirva para reconocerlo y alertar a los usuarios / consumidores. 

Las multas impuestas serán sensibles a estas diferentes categorías, con penalizaciones mucho más poderosas en caso de que estemos hablando de riesgo inaceptable, con multas que van desde los 35 millones de euros o el 7% de la facturación total de la empresa, y más llevaderas si se trata de una catalogada como de riesgo mínimo. 

La ley todavía deberá pasar por varios procesos de tramitación, con lo que no se espera que sea efectiva hasta pasados un par de años. Hasta entonces, parece que el vacío legislativo seguirá siendo la constante.


Foto autor

Autor: Elena González

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