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Procesador del móvil: Características y cuál escoger

Núcleos, arquitectura, GPU y velocidad son los términos a tener en cuenta para conocer qué pedirle al procesador de tu móvil. Vamos a repasarlo de forma muy sencillita.

Venga, hoy toca darle una vueltita a algo que parece muy muy técnico y que en ocasiones se nos escapa, pero por lo menos intentaremos hacer un acercamiento para que quede un poquito más claro. 

 Vamos a sumergirnos en el fascinante mundo de los cerebros electrónicos de nuestros queridos smartphones: tu desconocido amigo el procesador. Hay una serie de características que tenemos que chequear si queremos indagar sobre su potencia y rendimiento. Dale, es tiempo de conocer a estos microscópicos amiguetes. 

En primer lugar, echemos un vistazo a la velocidad, que es como el súper poder del procesador. Cuantos más gigahercios tenga, más rápido será tu teléfono. Es como tener un corredor olímpico dentro de tu dispositivo. Pero ojo, no te dejes deslumbrar solo por los números. La eficiencia es clave; algunos procesadores son como velocistas de élite, mientras que otros son más como maratonianos. ¿Eres de los que quiere un sprint corto y veloz o una resistencia constante?

Entre más de 80 operadores

La velocidad se mide en hercios (Hz) y determina cuántas instrucciones puede ejecutar la CPU por segundo. Las CPU modernas tienen velocidades variables que se ajustan en función de la carga de trabajo para equilibrar el rendimiento y el consumo de energía. Lo habitual es que nos movamos entre cuatro cifras (según los móviles de la actualidad): 60Hz, 90Hz, 120Hz o 144Hz. Esa es la frecuencia de refresco de la pantalla de nuestro móvil.

Ahora, hablemos de los núcleos, esos camaradas multitarea que manejan todo a la vez. Aquí, como en algunas ocasiones en la vida, cuanto más mejor. Y es que cuantos más núcleos, mejor se reparten las tareas. Los smartphones modernos tienen procesadores con entre 6 y 8 núcleos. Algunos dispositivos insignia pueden llegar incluso a 10 o más. No es solo la cantidad, sino cómo se gestionan y coordinan esos núcleos lo que marca la diferencia en el rendimiento general del dispositivo. 


La arquitectura también es un término a tener en cuenta, aunque lo mismo estás pensando en los puentes de Calatrava y sus presupuestos que empiezan en una cifra y se van inflando más y más y por ahí no van los tiros. Básicamente, se trata de cómo los bits y bytes viajan por los pasillos de tu procesador. Una buena arquitectura asegura un flujo de datos sin atascos, como una autopista de información sin baches.


Si quieres unos gráficos que rompan la pana, la GPU (unidad de procesamiento gráfico) puede ser tu mejor aliado.Cuanto más potente sea la GPU, más fluido será tu viaje visual por el mundo digital. Y más flipantes serán tus inmersiones en los videojuegos. No para todos necesitas una unidad de procesamiento gráfico muy potente, para el Candy Crash te vale cualquier cosa. Pero si quieres echarte un Call of Duty, la cosa cambia mucho. 

La GPU se encarga de procesar los gráficos que aparecen en la pantalla de un smartphone, con el objetivo de hacer menos pesado el trabajo que realizar la CPU central cuando se ejecutan videojuegos o aplicaciones 3D interactivas, Además, ayuda a que el sistema se mantenga con un rendimiento adecuado. 

Tres son los fabricantes que más lo petan a día de hoy a nivel de GPU:

  • Qualcomm con sus gráficos Adreno

  • Imagination Technologies que desarrolla las PowerVR

  • ARM, con Mali

Esperamos que con esta pequeña guía tengas un poco más claro por dónde tirar a la hora de hacerte con tu próximo móvil. O que al menos mires las especificaciones técnicas y tengas un poquito de idea de por dónde van los tiros. Suscríbete a nuestra newsletter y te contamos más cositas interesantes. Es gratis, claro.

Foto autor

Autor: Elena González

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